Speak spanish oral exercises - Formas de viajar
8:39Querido amigo:
Acabo de llegar de viaje. He pasado una semana fantástica en Viena. Llevaba ya mucho tiempo planeando este viaje. Hace dos meses fui a la agencia a la que siempre voy y me atendieron estupendamente. Me dijeron que había un viaje preparado para esta semana, así que me apunté. En la misma agencia me asignaron el hotel en el que iba a estar en Viena. ¡Genial!, pensé, así me evito buscar hotel cuando llegue.
El viaje en autobús fue muy cómodo y, como todos íbamos a la misma ciudad y al mismo hotel, enseguida hice amistad con dos chicas y un chico con los que estuve la semana entera.
Nada más llegar a Viena, nos llevaron al hotel, donde cenamos estupendamente antes de irnos a dormir.
Al día siguiente había preparada una visita a la ciudad. El guía que iba con nosotros nos informaba de todas las cosas. Cada día había preparada alguna actividad para ver lo típico de Viena: Un día vimos el desfile de personajes históricos delante del Reloj Anker; otro, asistimos a una representación en el teatro de la Ópera; y el domingo, para fin de fiesta, fuimos a la misa de los niños cantores en la "Burgkapele" del palacio Hofburg.
El viaje de vuelta lo hicimos en avión, donde nos dieron de comer. A la llegada al aeropuerto, un autobús nos esperaba para traernos hasta casa. Estaba todo perfectamente planificado. Ha sido un viaje maravilloso.
Un abrazo
Querido amigo:
Acabo de llegar de viaje. He pasado una semana fantástica en Lisboa. Tenía muchas ganas de hacer un viaje, pero no sabía adónde ir. Un día antes de salir, me acordé de que hay un tren que va directo hasta Lisboa, así que me decidí. Saqué el billete cinco minutos antes en la taquilla y pedí sólo de ida porque aún no sabía cuándo iba a volver.
En el tren viajaban algunos emigrantes portugueses que me fueron contando sus experiencias lejos de su país. Fue muy interesante. También hice amistad con un estudiante que se bajó en Salamanca: Nos contamos nuestras vidas y nuestros sueños.
Cuando llegué a Lisboa, fui a buscar una pensión para pasar la noche. Las dos primeras en las que pregunté estaban ya completas. Pero los portugueses son muy amables y me indicaron un sitio donde podía dormir por poco dinero.
Al día siguiente tuve una sensación muy agradable al sentirme perdido por las callejuelas del viejo barrio árabe de Alfama. También tuve ocasión de subir al castillo de San Jorge, desde donde hay una vista magnífica. Los últimos días salí por la noche con unos amigos portugueses que conocí en una de mis visitas por la ciudad. Íbamos a tomar un licor de guindas en el balcón del “Grihinja” y después a cualquier discoteca del barrio de Alcántara.
El viaje de vuelta fue muy tranquilo. Me desperté cinco minutos antes de llegar a la estación. Ha sido un viaje maravilloso.
Un abrazo
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